La mirada escarchada, capítulo 4.

Sus pies descalzos recorrían el suelo encharcado del pasillo, sus oídos percibían el sonido de la catarata que se había formado en las escaleras. Un sollozo agudo provenía del piso inferior. Ella, movida por una fuerza que la mantenía inconsciente, buscaba impávida al emisor de aquel llanto. Avanzaba lentamente en la oscuridad, acariciando la pared con la punta de sus dedos, hasta llegar al primer escalón que la haría descender hacia su objetivo. Sintió en sus tobillos la presión del agua que se precipitaba piso abajo.
No pudo mover un sólo músculo. Quedó petrificada en lo alto de la escalinata y, de pronto, una sensación de miedo, desesperación, el ambiente espeso, se apoderó de su persona y despertó. Agua, frío, humedad que calaba en sus huesos. Lobreguez, inseguridad. Estática en el lugar no escuchó nada a parte de aquel flujo continuo de líquido. De repente un chapoteo casi insonoro a sus espaldas la alertó. Girando sobre sí misma, siendo el único movimiento que pudo hacer durante un lapso de tiempo que le parecieron siglos, se encontró cara a cara con la perversidad.
El rostro demacrado y malherido de una joven de cabellos negros ensortijados, ensangrentada y empapada de arriba a bajo, de mirada malévola y sombría, la observaba a menos de diez centímetros de su nariz. Intentó emitir un gemido pero fue tarde. Aquel ser abrió la boca y de él salió la sombra más opaca y asfixiante que jamás podría existir, acompañada de un sonido gutural grave y ensordecedor. Su cuerpo perdió el equilibrio, quedando suspendido en el aire unos pocos segundos, los suficientes para ver la sonrisa tétrica que se dibujó en el rostro del mal. Cayó. Rodó por las escaleras, reparando en cada hueso roto, cada herida, cada golpe, su muerte. Su espíritu permaneció inerte en el espacio, divisando aquella escena horrible. El infierno había acabado con su vida. 
—Circe... —una sensación de paz se apoderó de su espectro. De pronto una luz cegadora cortó toda visión, notó amor, ayuda. Cuando abrió los ojos: su cama. Todo pareció ser un sueño. En su interior supo que no lo fue, estaba muerta y había vuelto al mundo. El cielo existía.




1 comentario:

  1. WOW ha sido I N C R E Í B L E <3 Espero el próximo capítulo con muchísima impaciencia de verdad.

    ResponderEliminar